miércoles, 6 de noviembre de 2013

HISTORIA CHISTOSA DE UNA GORDA


LA GORDA EN LA DISCO  

Estaba una vez una gorda en el baño de una Disco pintándose y arreglándose un 
poco frente al espejo, cuando de pronto llega una hermosa pelirroja, ojos  azules, delicada cintura y dentro de unos ajustadísimos pantalones de cuero. 

La colorada se ve al espejo, mientras la gorda observa tan escultural 
creación, y dice a la vez que se echa un beso a sí misma: "Gracias Diet Coke". 
La gorda se queda paralizada, con el lápiz labial en la boca (mordiéndolo) 
mientras ve salir a la pelirroja. 

Continúa su labor (con bastante dificultad, por cierto). Sigue pintándose, 
cuando de pronto entra una hermosa morena dos veces mejor que la chica 
anterior, cuerpo escultural, delicada, cintura mínima, se ve al espejo de 
arriba a abajo y dice: "Gracias Reduce Fat Fast". 

La gorda, que ya no lo puede creer, se queda paralizada con el tubo de rimmel 
a medio abrir, mientras ve salir a la tremenda morena. 


Continúa su labor (ya con el pulso destrozado, mitad envidia, mitad odio 
descontrolado hacia la Madre Naturaleza) y sigue retocándose, cuando 
atraviesa la puerta del baño una hermosa rubia tres veces mejor que la chica 
anterior, modelo de belleza, diosa total (detrás de la puerta se oyen aun los 
aullidos de placer y gozo que produce la rubia mientras atraviesa la pista de 
la disco), cuerpo único, piel suave, cintura ultra delgada, altas y delgadas 
piernas, todo un ángel.

 La chica se mira, embobada con su propia imagen, al 
espejo, se observa el delicado y bien formado culito, y se dice: "Gracias 
Silohuette 40". 

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